- Micu's Newsletter
- Posts
- Si no estás incómodo, no estás creando (y ni te diste cuenta)
Si no estás incómodo, no estás creando (y ni te diste cuenta)
El miedo es el camino a tu nuevo yo.
El Cruce. Año 2014. 100 km de trail running en 3 días. ¿Algo más incómodo que someterse a ese calvario sin obligación o imposición? (el de la foto es mi amigo Pablo con quien corrí la carrera).
Si hoy sos la misma persona que hace un año, no solo no creciste: empeoraste.
No porque tu situación haya cambiado para mal, sino porque dejaste de mejorar lo que podrías haber mejorado. Cada día es una oportunidad de crecer o de quedarte igual. Y si eliges la comodidad, el tiempo hará su trabajo: te despertará con el peso del arrepentimiento.
Lo evitado se acumula. Y lo que se acumula, tarde o temprano, explota. Las incomodidades que escondiste bajo la alfombra hoy te hicieron tropezar. Y ese golpe duele.
Mi propio golpe
¿Alguna vez sentiste que el tiempo pasa y no avanzás? Mirás atrás y te das cuenta de que, aunque todo está “bien”, algo dentro tuyo te dice que podrías haber hecho más.
Los últimos cinco años sentí que no había logrado nada significativo. Dediqué mi energía a mi trabajo, a la crianza de mi hijo, a cumplir con mis responsabilidades. Desde afuera, todo estaba en orden. Pero por dentro, algo no encajaba.
Había cumplido con todos menos conmigo.
No me estaba cuestionando. No estaba creando. No me estaba reinventando.
Y lo peor: tenía el sesgo de que cerca de los 50 años se llega al “piso” de la felicidad.
La verdad es que me había vuelto cómodo. Sin dolor, sin miedo. Pero:
Sin rotura de fibra, no hay nuevo músculo.
Sin esfuerzo mental, no hay nuevas sinapsis de ideas.
Sin control emocional, no hay relaciones significativas o saludables.
Hasta que me revelé ante esta realidad. Porque lo entendí:
“Decisiones fáciles, vida difícil.
Decisiones difíciles, vida fácil.”
BREAK: si estas entusiasmado, te invito a suscribirte si aún no lo hiciste:
La incomodidad como motor
¿Qué excusa te estás contando para no hacer lo que sabés que tenés que hacer y ponerte a prueba?
Me puse metas que parecían absurdas (e incómodas):
Escribir un newsletter sin necesidad ni obligación.
Controlar mis emociones en vez de imponerme como padre.
Entrenar para un triatlón cuando mi cuerpo ya no es el de los 20.
Construir una marca personal cuando ya tengo una identidad definida.
Al principio, fue incómodo. Pero me empecé a sentir cómodo en esa incomodidad (parece contraintuitivo, pero no lo es):
Escribí ocho newsletters en dos meses.
Aprendí a manejar mi impaciencia y mi mal humor.
Corrí y terminé un triatlón luego de 4 meses de entrenamiento.
Me puse frente a la cámara, me enfrenté al público y compartí mis ideas.
¿Fue difícil? Sí.
¿Tuve miedo? Obvio.
¿Valió la pena? Completamente.
Cada día sufro una incomodidad nueva. Pero cada día me siento renovado. Recreado.
Y eso lo vale todo.
Rompé la inercia
¿Cuánto más vas a esperar para desafiarte?
¿Cuándo vas a empezar a ser la persona que sabés que podrías ser?
¿Cuántas veces vas a elegir lo fácil, sabiendo que después te vas a arrepentir?
"Si no te incomodas hoy, lo harás mañana, pero con más dolor.
"El mejor día para cambiar fue ayer. El segundo mejor día es hoy."
Libros recomendados para profundizar:
📖 "La guerra del arte" – Steven Pressfield: Habla sobre cómo la resistencia (miedo, procrastinación, comodidad) bloquea la creatividad y el crecimiento.
📖"Antifragil" – Nassim Taleb: Introduce el concepto de que el estrés y la incomodidad nos fortalecen en lugar de debilitarnos.
📖 "Meditaciones" – Marco Aurelio: Uno de los textos más influyentes del estoicismo, con enseñanzas sobre la incomodidad y la resiliencia.
Gracias por acompañarme.

Micu (semana 2465). Viviendo cada semana como si fuera la más importante (sintiéndome cómodo en la incomodidad).

👉 Si te gustó leer este post, ¡no dudes en compartirlo con tus amigos!
O sos libre de hacer clic en el botón de ❤️ (arriba) de esta publicación para que más personas puedan descubrirla 🙏
La información compartida en este post tiene fines informativos y no debe considerarse como asesoramiento profesional en temas de salud, finanzas, legales, psicológicos o de cualquier otra índole. Antes de tomar decisiones importantes, consulta con un especialista calificado o realizá tu propia investigación.