Por Qué “Hacer Más” No fue mi Mayor Logro en 2025

Observar mejor: la habilidad que cambia cómo ves (y cómo vivís)

Imagen del libro: “La visión sistémica de la vida”, de Fritjof Capra: una mirada unificadora que me acompaña y en la cual estoy profundizando

Fin de año tiene dos caras: balance y cansancio.
Y las dos son información.

Una nueva vuelta al sol no es una metáfora más. Es un momento de chequeo.
Un punto de referencia temporal que conviene usar a favor.

Porque mirar en qué invertiste tu tiempo y tu energía sirve para medir resultados.
Pero sirve todavía más para calibrar el proceso.

La trampa es creer que lo importante es ir rápido.
No. Lo importante es ir en la dirección correcta.

Tu problema no es la falta de tiempo: es la falta de opuestos

Este año me cayó una ficha: a mitad de la vida el tiempo se siente distinto.
Más rápido. Más corto. Más… “¿en qué momento pasó todo esto?”.

La teoría dice que es la conciencia de finitud.
Yo le agrego otra capa: vivimos en un mundo que no para de acelerar.
Productividad. Tecnología. Notificaciones. Comparación.

La ansiedad, si la dejás, se atrinchera en tu vida. 

Sin embargo, noté algo raro: cuando cumplís objetivos semana a semana, aparece el opuesto.
Vacío. Descanso. Lentitud.

Y ese “opuesto” es parte del sistema.

Me costó aprenderlo.
Empecé a calibrar mis días con momentos de lentitud, hasta llegar a no hacer NADA.

Se siente incómodo. No porque esté mal.
Sino porque nos adoctrinaron para confundir productividad con valor.

Ahí me acordé de un principio viejo (hermético, pero vigente): polaridad.

“Todo es doble; todo tiene su par de opuestos”.

En mi calendario, desde el 2 de noviembre empezaron a aparecer algunas “D” de descanso.

Y está bien.
Porque si miro las “X” acumuladas este año… es una locura.

De hecho, escribí sobre esto acá (el superpoder del vacío): Los X-Men no supieron usar este poder... ¿Y vos?

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La claridad vive en el opuesto

Cuando bajás el ritmo, aparece algo que no aparece cuando corrés: claridad.
El ruido mental se retrae.

“Tu mente es como un lago: solo cuando está en calma puedes ver tu reflejo verdadero”.

Cisterna Basílica. Estambul. 2025. 

Incluso esa calma se refleja en la escritura. Pausada. Con espacio para el descanso entre ideas. Fluida.

Si tuviera que elegir un logro del año, no sería “hacer más”.
Sino observar mejor. Auto observarme. Verme sin apuro.

Porque la realidad no es como la vemos. Sino como somos.  

Te propongo un cierre de año con “SED” para que en esa necesidad puedas revitalizarte en el 2026:

  • Seguir: una cosa que este año te hizo bien (y querés sostener).

  • Empezar: una cosa mínima que te devuelva aire.

  • Dejar: una cosa que te acelera sin llevarte a ningún lado.

Si querés, respondeme con tu SED en 3 líneas.

Gracias por acompañarme este año. 

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