La Mentira del IKIGAI

Deja de “buscar” tu propósito. Es hora de construirlo.

Foto propia haciendo El Cruce de los Andes. Año: 2014.

Corriendo en la dirección equivocada

Sos el más eficiente y el más productivo. Y en aceleración. Corriendo una carrera, que cada vez tiene menos sentido. No entendes que te pasa y porque te pasa.  

La crisis de la cima falsa

Lo peor es que el tic tac es cada vez más fuerte. Porque estás en la mitad de la vida. Y el tiempo es como fuego entre tus pies. 

Te diste cuenta que estabas subiendo una montaña, pero que era de otro(s). Y si llegaste a la cima, era una cima falsa. O la última cima, pero que estaba vacía.

Cuando ponemos todo nuestro foco en el exterior para acumular cada vez más cosas (materiales, puestos, viajes, etc.), es porque compensa un vacío interior. 

El principio de correspondencia es una ley que no debe ser obviada.

Porque como es adentro, es afuera.
Como es arriba, es abajo.

La gota contiene el océano.
Y el océano entero está dentro de vos.

Si cambiamos nuestro mundo interior, cambiamos el mundo exterior.

La mayoría de las personas jamás se pregunta por qué hace lo que hace. Y termina arrastrada en trabajar para los sueños de otros. O en satisfacer deseos que no son necesidades esenciales. 

Y te lo digo por experiencia. Intenté hallarme profundizando en mi IKIGAI, pero me metí en una maraña de confusión de la que tardé tiempo en salir. En teoría tus necesidades, habilidades, capacidad de pago y gustos deben ir confluyendo con la vocación, la profesión, la pasión y la misión hasta llegar al punto central donde encontramos nuestro IKIGAI. Que no deja de ser un punto fijo, una identificación, un límite y un final. 

Lo que hice fue simplificar el proceso y empezar a sentir (no razonar) que es lo que me pasaba y quería. 

“Si no sos parte de la solución, sos parte del problema”

Tu talento no es para vos

Como las preguntas son más poderosas que las afirmaciones, surgió una pregunta que lo cambió todo:

¿Al servicio de que está mi talento? 

Victor Mochkofsky

Indefectiblemente aparece la necesidad de encontrar un propósito… pero con la trampa de creer que es un objetivo como si fuera un lugar o situación a la cual llegar. Algo fijo. Inmutable. Sí, igual que el IKIGAI.  

PAUSA: si estas entusiasmado y aún no lo hiciste, te invito a suscribirte gratis a mi Newsletter semanal:

Jugar en el tablero de la energía

La iluminación aparece cuando concientizamos que el mundo cambia y nosotros también cambiamos. Porque lo único permanente es el cambio. Porque es intrínseco a toda forma de vida. 

Entonces si no hay punto hacia donde llegar, ¿hacia dónde voy y cuál camino elegir? Y junto a quién(es)?

"Si quieres entender el universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración"

N. Tesla

Quienes no comprenden esta ley universal, confunden abundancia, con abundancia material. Es la forma más básica, superficial y visible. La realidad física, pura y dura. Pero si vemos más allá entendemos que hay otra realidad que vibra en términos de energía y es más profunda. Es la realidad esencial y sutil. 

Este movimiento implica una transformación, una metamorfosis relacionado a los niveles de conciencia.

El Dr. David Hawkins creó un Mapa de la Conciencia que muestra cómo evolucionamos a través de diferentes estados emocionales y energéticos. En lugar de buscar un propósito fijo, el verdadero juego es movernos hacia arriba en ese mapa.

“El propósito de la vida es elevar nuestros niveles de conciencia”. 

Anónimo

Las 5 leyes del propósito dinámico

Luego de años de profundizar donde poner mi energía y que quiero dejar cuando desaparezca, aprendí que:

  1. El propósito nadie lo puede definir por vos. Porque sos único. Y nadie debería elegir quien sos y que haces en tu vida. 

  2. El propósito es una forma de ser. Porque si somos cambio, nunca puede ser fijo. 

  3. El propósito es algo que está más allá de uno. O sea nos conecta con algo más grande y más importante que nosotros mismos. Si está centrado sólo en vos no sos real. Porque nadie es lo que es sin su entorno. Pasamos del yo al nosotros. 

  4. El propósito es un proceso. Que no tiene final. Porque sino se terminaría. Por lo tanto también puede mutar y evolucionar en el tiempo. 

  5. El propósito es un proceso de descarte. Cuando ya recorriste el primer tiempo de tu vida, no precisas sumar mucha más información, sino que debes descartar lo que ya no te sirve. En esa refinación, integración de saberes surge la magia de lo que realmente vale la pena. Porque se descarta lo irrelevante para llegar a lo esencial. 

El primer paso en el juego infinito

Elevar los niveles de conciencia nunca termina y nos permite evolucionar. 

Incluso más allá de cuando nuestro viaje se termine. 

Ese es el mapa para seguir caminando y trascender. 

Para que otros tomen la posta de este juego infinito (sólo si elevaste tu conciencia).  

Ahora te devuelvo la pregunta: ¿Qué pequeña acción podés tomar hoy para poner tu talento al servicio de algo más grande? Respondeme este mail, me encantaría leerte.

Gracias por acompañarme. 

Micu (Semana 2495. Viviendo cada una como si fuera la más importante).

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